lunes, 28 de febrero de 2011

No hay monopolio que cien años dure ¡ni siquiera con la garantía del Estado!

En el blog nos hemos ocupado a menudo de la cuestión de los derechos de propiedad intelectual. Y hemos sostenido, más o menos, que el problema está en que la distribución es monopolística. Que los precios deberían ser mucho más bajos dado que el coste marginal de distribuir un “ejemplar” ha devenido prácticamente nulo.
Pues bien, hoy en Business Insider se narra este caso
“26-year old Amanda Hocking is the best-selling "indie" writer on the Kindle store, meaning she doesn't have a publishing deal, Novelr says.
And she shouldn't. She gets to keep 70% of her book sales -- and she sells around 100,000 copies per month. By comparison, it's usually thought that it takes a few tens of thousands of copies sold in the first week to be a New York Times bestselling writer.
The comparison isn't entirely fair, because Hocking sells her books for $3, and some $.99. But that's the point: by lowering the prices, she can make more on volume, especially impulse buys. Meanwhile e-books cost nothing to print, you don't have to worry about print volumes, shelf space, inventory, etc. And did we mention the writer keeps 70%?
¿se acuerdan cuando decíamos “please sell songs for a song”? Los músicos han empezado. Los escritores también. Si lo que los editores aportan no añade valor, es lógico que Amazon se los quite de en medio. Al fin y al cabo, y a diferencia de lo que sucede con los artículos científicos, ni siquiera se necesita de peer review para que podamos fiarnos de una novela. O nos gusta, o no.

2 comentarios:

Javier dijo...

Ah, el peer review, ese fantástico invento que nos ata a la necesidad de pasar por el filtro de las grandes editoriales. Hace tiempo (y ya no recuerdo dónde) leí un estupendo artículo que ponía de manifiesto cómo el sistema se sustentaba en unas grandes editoriales que copaban el mercado, en las que era necesario publicar el resultado de investigaciones generalmente pagadas con dinero público, en ocasiones a cambio de pago de grandes cantidades de dinero que se extraían también de los presupuestos de la investigación, para la generación de beneficios privados, con el agravante de que esas mismas editoriales obtenían el beneficio añadido de las compras que las universidades en las que se generan (normalmente) sus contenidos debían hacer de las revistas correspondientes. Paradójicamente, mi universidad tiene que pagar para acceder a un trabajo que he hecho yo con lo que ella me paga. Por lo menos curioso. Y sí, podríamos publicar sin (C) o en CC, pero entonces, ¿qué hacemos con los mecanismos de evaluación? Es un tema al que vengo dando vueltas desde hace tiempo, para el que no tengo una solución, es obvio, pero sigo pensando que otro modelo debe ser posible, parafraseando a los "clásicos". La verdad es que me encantaría saber tu opinión.
Javier

JESÚS ALFARO AGUILA-REAL dijo...

tengo que pensarlo. creo que, sobre todo en ciencias duras, algún tipo de procedimiento de peer review formal es imprescindible pero su financiación no tiene por qué ir por la vía de las revistas. Por ejemplo, en los fondos públicos de investigación podrían establecerse partidas para tal fin de manera que revistas de acceso libre pudieran "colgar" artículos sometidos a peer review. No conozco bien otros ámbitos pero InDret - que es gratis total - lo hace

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