martes, 21 de noviembre de 2017

El modelo gravitacional en el comercio exterior

Screen-Shot-2017-08-11-at-13.45.22-610x800No hace mucho, unos economistas se juntaron con arqueólogos para ver si podían “adivinar” dónde estaban situadas ciertas ciudades perdidas de la Antigüedad en Oriente Medio – cuna de la civilización –. Aplicando el modelo gravitacional, dieron con localizaciones más precisas que las que habían aventurado los historiadores y los arqueólogos.

Dice Posen en este espléndido artículo sobre las consecuencias del Brexit que Gran Bretaña sufre un “shock de oferta”, esto es, una reducción significativa de su capacidad productiva por la reducción de los mercados en los que podrá vender su producción al salir de la Unión Europea. Y añade que los economistas pueden afirmar con seguridad que tal reducción de su producción se producirá porque disponen del “modelo gravitacional” del comercio exterior para explicarlo, un modelo que – según Posen –

“es una de las pocas cosas de la Ciencia Económica de la que podemos hablar con un grado de confianza semejante al que despliegan los científicos de la naturaleza. Es un hecho. En Física, cuanta mayor es la masa y menor la distancia entre dos cuerpos, mayor es la atracción gravitatoria entre ellos. En el comercio, la gravedad significa que un país comercia más con los que están más cerca que con los que están más lejos. Este patrón de los flujos comerciales no solo es lógico – es más costoso y lleva más tiempo comerciar a larga distancia que hacerlo con el vecino y las relaciones y las costumbres se hacen más densas y reducen las fricciones – sino que cuenta también con una gran cantidad de estudios empíricos que lo prueban… El Reino Unido ha exportado más a Irlanda que a China en nueve de los diez últimos años a pesar de que la economía china es casi 40 veces la irlandesa”

Añádase que la posición peculiar del Reino Unido en la UE era especialmente favorable para atraer inversiones (dice Posen que era el puerto de entrada de las empresas de terceros países por lo atractivo de su entorno regulatorio – el más liberal de la UE – y la fortaleza de su Estado de Derecho, además del inglés, naturalmente) y se comprenderá que los británicos, como los catalanes, tienen que salir de la espiral de demencia y retirar su comunicación de salida de la Unión.

lunes, 20 de noviembre de 2017

La revolución francesa y la teoría de los órganos sociales

DOcD9biWkAIt4Wm

foto: @thefromhtetre

Baums explica, en este breve trabajo, la doctrina de los órganos de las corporaciones. Tras unas referencias a su origen en el Derecho Canónico, cuenta algo sobre la influencia de la Revolución Francesa en esta doctrina societaria que tiene interés. Dice Baums que

La revolución francesa condujo a la abrupta y radical abolición de todos los gremios, corporaciones y asociaciones intermedias privilegiadas entre el individuo y el estado. El principio de igualdad, la demanda de los fisiócratas de la libertad de la empresa en condiciones de igualdad, así como las experiencias negativas con compañías privilegiadas fomentaron esta evolución.

De modo que la regulación de la sociedad anónima en el Code de Commerce equiparó la sociedad anónima a los restantes tipos societarios, es decir, “redujo” la sociedad anónima a un contrato de sociedad esencialmente igual que el que da lugar a la constitución de una sociedad de personas:

Los miembros ("associés") de la compañía nombran a los administradores para un cierto período de tiempo y pueden destituirlos. Los administradores son solo "mandatarios", lo que implica que los socios pueden darles instrucciones.

La Codificación francesa produjo, pues, una

deconstrucción de las antiguas personas jurídicas y la reducción de las corporaciones anteriormente constituidas en un contrato de asociación entre los socios; la capacidad de los socios para nombrar y destituir libremente a los administradores; el tratamiento de los administradores como meros mandatarios o agentes de los accionistas

Más bien, lo que ocurrió es que la sociedad anónima dejó de estar vinculada al otorgamiento de privilegios o derechos monopolísticos en el siglo XIX, de manera que volvió “a su ser”: una evolución de la sociedad comanditaria por acciones.

Pero el planteamiento francés – y español podríamos decir -

se encontró con una feroz resistencia y desaprobación por parte de los juristas académicos en Alemania en el siglo XIX. Tanto en el derecho público como en el privado. Entre otros, Savigny… que fue ministro de justicia de la monarquía prusiana y presidente del Consejo del Estado prusiano y que criticó la tendencia contemporánea de atribuir el carácter de soberano a la junta general de socios

Esto es, señoras y señores, a grandes rasgos, lo que ocurrió en la crisis financiera de 2007/2008

DOm7JS-W4AAGvmo

foto: @thefromthetree

“Todo comenzó con una innovación prometedora. Los bancos comenzaron a titulizar riesgos que previamente tenían que incluir en sus balances y venderlos a terceros. Este modelo de "originar para distribuir" fue revolucionario. En los EE. UU., en particular, los bancos otorgaron préstamos a gran escala para luego transmitirlos, de inmediato, bien embalados y con el amable respaldo de varias agencias de calificación, que no solo asesoraron a los bancos sino que también rindieron honores a estos productos con las mejores calificaciones crediticias.

En la era de bajos tipos de interés a nivel mundial inaugurada por Alan Greenspan tras los ataques del 11-S, los inversores de todo el mundo estaban obsesionados con estos valores, ya que prometían rendimientos comparativamente altos. Impulsado por esta demanda, el carrusel de titulizaciones se expande cada vez más rápido hasta que se paró en seco repentinamente cuando estalló la burbuja inmobiliaria de los EE. UU. Y quedó claro que dentro del bonito envoltorio, estos títulos tenían un contenido bastante tóxico. los activos eran en su mayoría hipotecas de EE. UU. sobre propiedades residenciales, en gran parte de la categoría subprime. Lo que se había ignorado o incluso tapado durante mucho tiempo era que la mayoría de los prestatarios subprime de 2005 en adelante simplemente no eran solventes. En la primavera de 2007, se hizo evidente que muchos de ellos no iban a poder devolver los prestamos contraídos. Al mismo tiempo, el inflado precio de las viviendas que había justificado los préstamos hipotecarios empezó a caer estrepitosamente. Cuando posteriormente, en septiembre de 2008, el banco de inversión Lehman Brothers colapsó, los mercados mundiales de capitales se vieron afectados. El mercado interbancario casi se paralizó porque los bancos ya no confiaban en nadie y menos en otro banco. Esto, señoras y señores, es un esbozo muy simplificado de los acontecimientos de la crisis financiera de 2007/2008”.


Felix Hufeld, Regulation - a Science of its Own

A vueltas con el homo oeconomicus

DOi6L9KXUAAWw6y

Ricardo Hausmann ha publicado una columna en Project Syndicate en la que reseña dos libros recientes (Identity Economics [Economía de la identidad] de George Akerlof y Rachel Kranton, y The Moral Economy de Sam Bowles. A su juicio, estamos asistiendo a un cambio que va de la psicología cognitiva – el behavioural economics – a la psicología moral. Con ello se ha cambiado la pregunta a la que trataba de dar respuesta el modelo del comportamiento racional de los individuos. No se trata de si hacemos lo que más nos gusta – lo que preferimos – sino cómo se forman nuestras preferencias, es decir “qué hace que deseemos o prefiramos algo”. La Economía había dado por supuestas las preferencias y, sobre todo, no hacía comparación entre ellas. Todas las preferencias son igualmente valiosas. A los economistas les bastaba con suponer que preferimos “más” que “menos” de algo bueno para extraer importantes consecuencias prácticas y realizar “predicciones” sobre el comportamiento esperado de la gente.

La pregunta acerca de cómo se forman nuestras preferencias – es decir, la pregunta por cómo tomamos decisiones – puede acabar con la llamada Psicología Económica (behavioural economics). Hausmann utiliza el ejemplo del juego del ultimátum donde alguien recibe una cantidad de dinero (100) y ha de entregar parte de éste a otro sujeto que puede aceptar o rechazar la “donación”. Si la acepta, ambos retienen las cantidades recibidas. Si la rechaza, ninguno de los dos jugadores recibe nada. El análisis “racional” de la conducta de estos jugadores lleva a concluir que el primero ofrecerá, simplemente, un euro al otro, es decir, la cantidad mínima posible, y que el otro, si es racional, debería aceptarla (porque es mejor 1 que 0 de algo “bueno” como es el dinero). Juego tras juego, sin embargo, resulta que los donatarios rechazan las ofertas que consideran injustas, es decir, resulta que estamos dispuestos a dejar pasar una posibilidad de ganancia para “castigar” un comportamiento que consideramos inmoral. Dice Hausmann que si, en general, las ofertas inferiores a 30 en el ejemplo se rechazan es porque los individuos no razonamos simplemente en términos de elección de la opción que más “nos gusta”, sino que también “nos preguntamos qué deberíamos hacer”.

Y el “deberíamos” va referido – dada la Evolución biológica y cultural – a cómo podemos maximizar la cooperación con otros individuos:

“nuestros sentimientos evolucionaron para mantener la cooperación, para poner al "nosotros" por encima del "yo". Entre estos sentimientos se cuentan la culpa, la vergüenza, la indignación, la empatía, la simpatía, el miedo, la repugnancia, y todo un cóctel de otras emociones. En el juego del ultimátum, rechazamos ofertas porque encontramos que son injustas.

Dice Hausmann que a esta idea, Akerlof y Kranton añaden la idea de “identidad” como categoría social a la que un sujeto “pertenece”, es decir, un estereotipo con el que un sujeto se identifica. Por ejemplo, “ser cristiano, padre, albañil, vecino, o deportista”. Otros dirían que los individuos toman decisiones en marcos “institucionales”. Por tanto, las decisiones sobre cómo comportarse no tienen por objeto únicamente “producir satisfacción… sino también llegar a ser” algo, es decir, encajar en una categoría social determinada.

viernes, 17 de noviembre de 2017

Tweet largo: “En el principio fue el Derecho”

DOcD9aLXkAE5Wb3
foto: @thefromthetree

Lo que diferencia la UE de cualquier otra organización internacional es que los tratados internacionales que le sirven de base no sólo contienen cláusulas contractuales, esto es, obligaciones y derechos que los firmantes se reconocen recíprocamente, sino que crea un sistema de fuentes del Derecho. Los tratados internacionales pasan así a ser constituciones políticas. Crean instituciones y les asignan funciones jurídicas. De entre ellas, la menos importante es el Tribunal de Justicia. Cualquier tratado internacional incluye mecanismos de resolución de las disputas entre los firmantes y atribuye poder a una institución para interpretar el tratado. Lo especial de la Unión Europea es que estableció un sistema de fuentes del Derecho, es decir, de modo semejante al contrato de sociedad, creo órganos a los que atribuyó el poder para dictar reglas que serían vinculantes para todos los firmantes de los tratados sin necesidad de reformar éstos cada vez que una nueva regla se pusiera en vigor. Por primera vez en la Historia, “al principio fue el Derecho”, el ordenamiento jurídico y no una revolución, una conquista o una guerra civil.

Entradas relacionadas

¿Por qué perdura Francoland en la imagen de España en el extranjero?


executie-ceausescu-evz

La larga pervivencia de Franco en la imagen de España se debe, naturalmente, a que fue uno de los últimos dictadores de Europa Occidental y a que murió en su cama. La recuperación de la democracia en España se retrasó treinta y cinco años en comparación con en el resto de Europa. Por culpa de Franco. En Francia, Alemania o Italia, el fin de la segunda Guerra Mundial supuso, también, el fin de los gobiernos totalitarios o autoritarios. No en el caso de España. No en el caso de Portugal.

Hay algo más que la más tardía recuperación de la democracia. Hay un mito superpuesto al franquismo que lo equipara con regímenes totalitarios como el fascismo italiano o el nacionalsocialismo alemán. De manera que no es difícil explicar por qué la imagen de la España franquista sigue viva y coleando. Todos los españoles mayores de cincuenta años vivieron bajo Franco con uso de razón. Y todos los que tienen más de 70 trabajaron en la España de Franco. Y, desde fuera, parece como si el Mussolini español hubiera muerto en 1975.

No hay muchas dudas de que el régimen de Franco se aproximaba mucho al régimen de Mussolini y bastante menos al régimen de Hitler en los años de la guerra civil y de la posguerra. Pero es mucho más dudoso que esa comparación se sostenga a partir de los años sesenta. Cuando Franco muere, en 1975, sigue siendo un gobernante autoritario pero el Estado no es un Estado totalitario ni ejerce un control masivo sobre la Sociedad.

Franco, a diferencia de otros dictadores europeos, no basó su control del país en un partido de masas. Desmontó la Falange – unificando a todos los grupos políticos que apoyaron la rebelión contra la República – y, tras la derrota del Eje en la 2ª Guerra Mundial, los echó del gobierno. A partir de 1959, cuando acaba la posguerra de verdad, el Régimen de Franco tiene cada vez menos parecido con los regímenes totalitarios previos a la guerra.

A partir de los años sesenta, Franco no infiltró a los miembros del partido en las administraciones públicas. Franco no hizo depender el acceso a las prestaciones – escasas – públicas de la pertenencia al partido único. No había que ser miembro del partido para acceder a un puesto de funcionario. No llenó los barrios de las ciudades españolas de “comités de defensa del movimiento”. No vigiló masivamente lo que hacían los ciudadanos.  El sistema operaba excluyendo a los opositores que no se habían exiliado tras los miles de fusilamientos y penas de muerte en los años inmediatamente posteriores al fin de la guerra.

De manera que, para los españoles, la transición, tras la muerte de Franco, era algo “natural”. España, en 1975 no era Rumanía en 1989. Porque Franco había dejado de ser Ceacescu, si es que alguna vez lo fue, al menos en 1960. España en 1975 no era la Francia liberada por De Gaulle que ajusta cuentas con el Régimen de Vichy. Ni Italia en 1945 cuando los partisanos cuelgan a Mussolini y a unos cuantos miembros del aparato del régimen.

Canción del Viernes y nuevas entradas en Almacén de Derecho, Kishi Bashi "Philosophize In It! Chemicalize With It!"



jueves, 16 de noviembre de 2017

Responsabilidad de administradores por las deudas sociales

@DamiaGallardo

Foto: @DamiaGallardo

Es la Sentencia del Juzgado de lo Mercantil de Santander de 13 de octubre de 2017

Pese a lo afirmado en la demanda, las cuentas de 2011 depositadas en el registro no reflejan causa de disolución, ya que no se aprecia en ellas desbalance patrimonial siendo el patrimonio neto superior a la cifra de capital.

No consta ningún depósito contable en los ejercicios 2012 en adelante. No se ha practicado prueba que desvirtúe la imagen reflejada en las cuentas depositadas a 31-12-2011.

La parte actora no propone una fecha concreta de afloramiento del desbalance, y más bien parece que pretende derivar esta situación de las cuentas de 2011. Tampoco indica en qué fecha considera que se contrajo la obligación.

La demandada por su parte insiste en que en el ejercicio 2011 no concurría causa de disolución, y tampoco se ocupa de fijar una fecha de nacimiento de la obligación, pero sí opone prescripción de la reclamación por transcurso de cuatro años ex art 241 bis LSC que computa desde las fechas de vencimiento del plazo de pago de cada una de las facturas (mayo, junio, julio y agosto de 2016).


Responsabilidad por deudas ex art. 367 LSC


La responsabilidad objetiva solidaria de los administradores solo alcanza a las obligaciones posteriores al acaecimiento de la causa de disolución (art 367.1 LSC) en caso de incumplir las obligaciones que les impone el art 365 LSC.

La causa de disolución del art 363.1.e LSC no surge de las cuentas anuales del ejercicio 2011, pero es un hecho que no se han aportado ni cuentas anuales (tampoco están depositadas en el RM), ni contabilidad, balances ni inventarios de ningún tipo correspondientes a todo el ejercicio 2012 y posteriores. La acreditación de la ausencia de desbalance en ausencia de contabilidad, con cierre registra! e impago del crédito, correspondería al empresario sujeto contable, y no se ha acreditado ni formulación aprobación y depósito de cuentas de los ejercicios 2012 en adelante, ni tampoco la existencia de una contabilidad ex arts 25 y ss CCo , cuya llevanza y conservación es obligada, y cuya ausencia por lo tanto solo podría perjudicar a los demandados.

miércoles, 15 de noviembre de 2017

El lado bueno de pertenecer a un grupo de sociedades: la mejora de la financiación

cayetana alvarez de toleod

La foto es del twitter de Cayetana Álvarez de Toledo

El lado bueno de los grupos de sociedades, en lo que a la financiación de las sociedades del grupo se refiere se encuentra en que si – como dijera Coase – utilizar el mercado para financiarse es costoso, bien porque los mercados de capitales no son líquidos y profundos, bien porque se produzca una crisis financiera y una contracción generalizada del crédito, los grupos de sociedades pueden sustituir eficazmente al mercado por la empresa y crear un mercado interno de financiación en el que las sociedades del grupo que están en mejor posición financian a las que están en peor posición lo que proporciona una ventaja a una sociedad de grupo en comparación con sociedades independientes.

El lado malo de los grupos es que estos préstamos intragrupo pueden utilizarse por el socio de control para expropiar a los accionistas minoritarios de las filiales extrayendo fondos de las sociedades en las que su interés – la participación que ostentan – es menor a favor de aquellas en las que su participación es mayor.

Estas dos explicaciones de los préstamos intragrupo han recibido apoyo empírico en distintos países y situaciones. Parece que cuando el sistema jurídico es mínimamente eficiente en la protección de los accionistas minoritarios – caso de Chile – las ventajas o el lado bueno de los grupos prevalece sobre la expropiación. Se ha comprobado de dos maneras.

La primera en un estudio de los préstamos intragrupo en los grupos de sociedades chilenos donde los autores explican que los préstamos intragrupo se utilizan para mejorar la financiación de las distintas filiales pero, también, para financiar los negocios de la matriz, esto es, se utilizan las filiales que producen abundante caja para financiar al grupo sin tener que recurrir a los mercados de capitales cuando éstos – como ocurre en los países en vías de desarrollo – no son líquidos y profundos:

lunes, 13 de noviembre de 2017

Legitimación del banco cedente para la ejecución hipotecaria

DOBRU8HX0AIrhW4


foto: @thefromthetree


Por Marta Soto-Yarritu

Un Juzgado de Primera Instancia de Castellón rechazó la demanda de ejecución hipotecaria interpuesta por el banco, titular registral, al entender que carecía de legitimación activa porque había cedido el crédito (el préstamo hipotecario había sido titulizado y transmitido a un fondo hipotecario de titulización de activos). La AP de Castellón confirma la decisión del juzgado y mantiene que si el banco ha cedido el préstamo, no debe ser él, sino el actual titular, quien plantee la reclamación.

La AP de Castellón se aparta así de la línea jurisprudencial mantenida hasta ahora por otras APs (APs de Madrid, Valencia, Barcelona, Tarragona, Girona, Zaragoza) que, basándose en los arts. 30 y 31 del Real Decreto 716/2009, han mantenido que, pese a la titulización, el banco cedente y titular registral de la garantía hipotecaria ostenta la legitimación activa para interponer la demanda de ejecución hipotecaria.

La AP de Castellón utiliza, entre otros, los siguientes argumentos para negar la legitimación al banco: (i) una norma reglamentaria – el Real Decreto 716/2009 - no tiene rango suficiente para establecer la legitimación extraordinaria y (ii) la Ley Hipotecaria, tras su reforma de 2015 (Ley 13/2015, art. primero), y la Ley 5/2015 (art. 16.3) permiten inscribir a favor del fondo el derecho real de hipoteca cuando se trata de inversores no profesionales: ”partiendo de que tanto el derecho principal de crédito, como el de garantía hipotecaria han pasado a ser ostentados por el Fondo de Titulización, representado legalmente por la sociedad gestora que lo constituyó y puede extinguirlo, y que es ahora posible la inscripción de la garantía real en el Registro de la Propiedad, es la sociedad gestora la legitimada para el ejercicio de la acción de ejecución hipotecaria”.

El auto ha contado con el voto particular de uno de los magistrados integrantes de la Sección, que defiende que es el titular registral quien está legitimado para instar la ejecución (en este caso, el banco).

Es el Auto de la Audiencia Provincial de Castellón número 252/2017 de 19 de octubre de 2O17

Deberes de las entidades prestadoras de servicios de inversión

DOIzIqTXUAEKgGK


Por Marta Soto-Yarritu


La Sala Tercera del TS se ha pronunciado su Sentencia de 18 de octubre de 2017 sobre la interpretación del artículo 79 de la LMV de 1988 (actual art. 208 LMV, que establece que las entidades que prestan servicios de inversión están obligadas a comportarse y actuar “con diligencia y transparencia en interés de sus clientes”) en relación con el régimen de incentivos que perciben dichas entidades regulado en el art. 59 del Real Decreto 217/2008.


Hechos:


en el año 2014, la CNMV impuso a Banco Santander, como sucesor de Banco Banif (subrogación), una multa por importe de 2 millones de euros por la comisión de una infracción de carácter grave del art. 100 t) de la LMV de 1988. Según los hechos probados, Banif había recomendado (en el ámbito del asesoramiento financiero a clientes minoristas) y adquirió (como gestor de carteras de clientes) clases de acciones de IIC extranjeras con mayores comisiones de gestión que otras del mismo compartimento, sin que lo anterior conllevara un aumento de la calidad del servicio prestado a los clientes. Banif defendía que la recomendación o adquisición de series de acciones con comisiones de gestión más elevadas que otras del mismo compartimento y en consecuencia mayores retrocesiones era consecuencia del modelo de gestión elegido (basado en una arquitectura abierta, que permitía ofrecer a sus cliente una mayor gama de IIC y, en consecuencia, un mayor potencial de rentabilidad).  


Doctrina jurisprudencial:


tras analizar las circunstancias concretas del caso (el sobrecoste se había aplicado en la práctica de forma generalizada) y confirmar la tipificación de los hechos constatados, el TS sienta la siguiente doctrina jurisprudencial (transcripción literal):

  • Resulta incompatible con la obligación de “comportarse con diligencia y transparencia en interés de sus clientes” prevista en el art. 79 LMV, que las entidades que prestan servicios de inversión recomienden u ofrezcan a sus clientes inversores minoristas, inversiones en IIC que incorporen condiciones económicas que objetivamente no sean las más beneficiosas para los mismos, en cuanto que, existiendo otras alternativas similares de inversión con menores costes de gestión, comporta soportar un sobrecoste en comisiones que no resulta acorde con el mercado de prestación de servicios de intermediación financiera.
  • También resulta incompatible con la obligación establecida en el citado art. 79 LMV , en relación con el art. 59 b) ii) del Real Decreto 217/2008 que las entidades que prestan servicios de inversión apliquen un modelo de gestión de carteras estandarizado, en un entorno de arquitectura abierta o cerrada, que no comporte un incremento sustancial de las expectativas de rentabilidad ni una reducción del riesgo de pérdidas, que conlleve que las entidades de inversión perciban incentivos por la comercialización de IIC de otras entidades financieras que generan ingresos superiores a los estándares normales devengados en la prestación de los servicios de intermediación, y que no redunden en una mejora de la calidad del servicio, cuando previamente no se haya informado y asesorado de forma personalizada y concreta y, por tanto, no genérica, al cliente sobre las características y el tipo de inversión.

sábado, 11 de noviembre de 2017

Dar/entregar vs tomar/coger/apoderarse/ocupar

antonello dellanotte

Foto: Antonello Dellanotte @Adellanotte

Los bebés, desde los 12 meses, son capaces de interpretar como conductas diferentes – con un significado diferente – las de dar o entregar y las de coger, tomar o apoderarse de una cosa. Lo primero se interpreta como una relación entre dos individuos, esto es, como una interacción social que, por tanto, tiene un significado más allá del cambio de manos de la cosa dada o entregada, lo segundo como una relación entre un individuo y una cosa.

… la ubicuidad de la transferencia activa de recursos en las sociedades humanas, especialmente si se compara con su rareza excepcional en otras especies de primates filogenéticamente cercanas, refleja el importante papel que jugó la entrega de beneficios materiales en nuestra historia evolutiva al proporcionar una nueva vía para el establecimiento y el mantenimiento de las relaciones sociales aptitud-revelación (Baumard, André, y Sperber, 2013; McCullough, Kimeldorf, y Cohen, 2008). Esta conjetura evolutiva fundamenta la hipótesis de que los humanos pueden poseer un sistema de conocimiento especializado para comprender y participar en interacciones basadas en la transferencia de recursos.

Consistentemente con esta hipótesis, mostramos que los bebés humanos de 12 meses son capaces de distinguir entre acciones de transferencia de objetos funcionalmente diferentes (dar y tomar) estableciendo dos representaciones estructuralmente distintas:

  • DAR como una interacción social basada en la transferencia,
  • TOMAR como una acción dirigida a un objeto.

 

América, una economía desregulada

 

1280px-Ceiba_speciosa_IMG_1753

Ceiba especiosa (dyewood) wikipedia

“Los historiadores que comparan la política colonial española e inglesa en los siglos XVI y XVII tienen dos problemas. Uno es explicar los hechos o acontecimientos que tuvieron lugar. El otro es explicar los que no tuvieron lugar pero era razonable que hubieran ocurrido”

“Nuestra tesis es que Méjico tuvo un desarrollo más lento comparado con España en el siglo XIX debido a que colapsó como Estado entre 1810 y 1870. Esto es… sólo la continuación de nuestra explicación del desarrollo más lento de Castilla desde el siglo XI hasta el XVIII. Originalmente, España sólo tenía que preocuparse de la producción y transporte de la plata desde dos zonas geográficas relativamente bien definidas como eran el centro de Méjico y Bolivia, lo que era una tarea administrativa razonablemente simple. Sin embargo, conforme las colonias comenzaron a tener una población más grande y economías más complejas, España no tenía la capacidad estatal para gobernarlas adecuadamente, especialmente en lo que al suministro de bienes de consumo europeos se refiere…. simplemente España no tenía un sistema burocrático centralizado suficiente para tal tarea. La utilización, por el Rey de los consulados no es un ejemplo de centralización del poder ya que no impidió que los comerciantes se implicaran abundantemente en el comercio ilegal y sin pagar los impuestos correspondientes, comercio en el que intervenían las otras potencias europeas en las mismas puertas (Cádiz) del principal puerto colonial español (Sevilla)”.

 

El contrabando tenía lugar igualmente en Méjico, lo que sería una prueba más de la falta de capacidad estatal en las colonias. En el siglo XVII, buena parte de la producción de plata seguía rutas ilegales. Méjico carecía de un gobierno central eficaz. Igual que Inglaterra en los comienzos de la Edad Moderna, el Rey tenía que confiar en los consulados – los gremios de comerciantes – y en comerciantes extranjeros para el comercio exterior y para recaudar los impuestos aduaneros. Sólo cuando, en el siglo XVII Englaterra desarrolló la capacidad estatal suficiente, pudo permitir (Carlos I de Inglaterra) la libre entrada en el comercio entre Inglaterra y las colonias de América del Norte. Y eso sólo lo pudo hacer el Rey de España en el siglo XVIII (recuérdese que la liberalización del comercio con América es obra de Carlos III). En el siglo XVII, el comercio con las colonias españolas era prácticamente libre – aún ilegal – y estaba en manos de comerciantes extranjeros (ingleses y holandeses sobre todo).

De esta manera, en el comercio americano no faltaba el “orden” pero sí faltaba la “ley”, lo que impidió el desarrollo institucional que sirviera de base a una economía capitalista en el XIX.

Volvamos a 1492

Ese año se produjeron cuatro acontecimientos extraordinarios en Castilla: la conquista de Granada, la expulsión de los judíos, la publicación de la primera gramática del castellano y el primer viaje de Colón a América. Desde la perspectiva de los contemporáneos, este último acontecimiento debió de ser el menos relevante en un siglo en el que se habían realizado ya abundantes descubrimientos geográficos y los europeos habían sentado plazas en África y Asia. Los otros tres permitieron “el desarrollo de un sentimiento común de identidad basado en el catolicismo, la lengua y un cierto orgullo nacional, sentimiento que los Austrias no trataron de hacer común a Aragón. La corona de Aragón no participó en las colonias y el castellano no se extendió a Cataluña hasta el siglo XVIII. Isabel y Carlos I y Felipe II estaban ocupados con controlar a las ciudades castellanas tras las guerras “civiles” que se habían arrastrado hasta 1480. Los sucesores de Isabel no mostraron mucho interés por las colonias americanas lo que explica – unido a la falta de capacidad estatal – que las órdenes religiosas (dominicos y franciscanos primero, jesuitas después) tuvieran tanto protagonismo. La Iglesia, puesta al servicio de la corona tras las reformas de Cisneros, era el único cuerpo de “funcionarios” con capacidad para imponer cualquier política colonial y los conflictos jurídicos lo fueron entre los conquistadores y las órdenes religiosas (las disputas respecto del sistema de encomiendas y la conversión de los indígenas en siervos).

viernes, 10 de noviembre de 2017

Canción del Viernes y nuevas entradas en Almacén de Derecho Bach - Julia Hamari - Matthäus Passion - Erbarme dich




jueves, 9 de noviembre de 2017

La Volcker Rule y el sueldo de los traders

image

Que un empleado de Goldman Sachs que negociaba con bonos de alto riesgo obtuviera, supuestamente unas ganancias de 250 millones de dólares (una cantidad que sugiere que la cantidad que arriesgó era enorme) y que, al mismo tiempo y tras una revisión interna de cumplimiento normativo, no infringiera la Volcker Rule es un indicio de que el objetivo con el que esta regla se puso en vigor no se está logrando


¿Para qué sirven los mercados secundarios de activos financieros?

Comprar y vender activos financieros no sirve al bienestar social como lo hacen, en general, los intercambios voluntarios. La razón se encuentra en que esos “activos financieros” son, en realidad, contratos. Un activo financiero incorpora una promesa de alguien de pagar a otro una cantidad de dinero en un determinado momento y en unas determinadas circunstancias. Ceder, por tanto, un activo financiero es ceder una posición en un contrato. Si se compra uno un bono en el mercado secundario, lo que hace es colocarse en la posición contractual del que prestó el dinero correspondiente al nominal del bono frente a la compañía deudora, esto es, frente a la compañía que recibió el dinero correspondiente al nominal.

Cuando los activos financieros cambian de manos, no se produce una mejor asignación de los recursos en el mismo sentido que se produce cuando cualquier bien cambia de manos por un precio. Si la compraventa se produce es porque el comprador valora el bien más que el vendedor. Dado que los intercambios de activos financieros tienen por objeto dinero que es un bien fungible a cambio de dinero que es un bien fungible también, la transacción no produce una mejora en la asignación de los recursos (que pasan a quien los valora más).

Este razonamiento no es aplicable a los mercados primarios de activos financieros. En ellos se proporciona financiación al que la necesita para invertir o para consumir. En los mercados primarios, los recursos – financieros – sí pasan de donde valen menos (el inversor) a donde valen más (el empresario o el consumidor que pueden gastar ese dinero en bienes a los que atribuyen más valor que el que atribuye el inversor a dicho dinero).

Y tampoco es aplicable a las transferencias de estos activos que contribuyen a facilitar la transacción económica que dio lugar a la emisión del activo. Por ejemplo, cuando una editorial vende unos libros a una librería y ésta paga aplazadamente, se genera un crédito a favor de la editorial. Que la editorial pueda ceder este crédito a un banco mejora la eficiencia porque el banco está en mejores condiciones de financiar al librero que la editorial. Pero la editorial está en mejores condiciones de asegurar el cumplimiento por parte del librero que el banco. Tiene sentido, pues, que la editorial siga siendo parte del contrato de compraventa pero que el crédito al precio se ceda por la editorial al banco. La cesión del crédito al banco contribuye a la mejor realización de la transacción económica inicial.

Archivo del blog